domingo, 14 de noviembre de 2010

COMUNICADO ANTE EL DESMEMBRAMIENTO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EN ANDALUCÍA

El pasado 29 de julio, el gobierno andaluz se descolgaba con el Decreto Ley, el 5/2010, de reestructuración de la Administración de la Junta de Andalucía. Septiembre y octubre, a la vuelta de las vacaciones, han sido meses inéditos para l@s trabajadores y trabajadoras de la Junta de Andalucía. Se han sucedido asambleas multitudinarias de trabajadores autoorganizados, cortes de carretera, concentraciones periódicas, manifestaciones, pitadas a altos cargos y hasta encierros en edificios públicos.

El paroxismo se alcanzó el pasado jueves 27 cuando representantes de las federaciones de servicios públicos de UGT y CCOO mercadearon el futuro del servicio público a cambio de la consolidación parcial de derechos laborales de la mitad de los trabajadores afectados por el decreto ley (los de los fijos de la administración paralela) y de una segura mayoría en los próximos comicios sindicales en los que éstos se incorporan al censo. En el camino quedan los despidos de trabajadores y trabajadoras fijas discontínuas de las empresas públicas, los derechos laborales de los emplead@s públicos y una concepción del servicio público que había sido la bandera del sindicalismo de clase durante décadas.

El argumentario de la Junta de Andalucía en torno a la procedencia de reformar la administración autonómica se centra en la necesidad de aumentar la eficacia de ésta. El mecanismo elegido por los políticos andaluces consiste en dotar de carta de naturaleza pública a la llamada Administración paralela para lo cual engrosarán sobremanera sus cometidos a la vez que se adelgazan las competencias en el seno de la Administración, trasladando así la gestión de los servicios públicos a las agencias, donde contados funcionarios actuarán junto con el resto de personal laboral, en base a criterios de gestión gerencial, obedeciendo órdenes de directivos regidos por el régimen laboral especial de alta dirección y seleccionados conforme a sus “meritos” específicos.

Esta reorientación tiene lugar hurtando el necesario debate sobre el futuro de la administración y obviando el requisito constitucional de imparcialidad y objetividad de ésta; entregando su dirección a los criterios economicistas, cortoplacistas y partidistas de gestión de unos servicios que poco a poco dejarán de ser públicos.

La tesis de los ideólogos neoliberales del modelo gerencial, los mismos al frente de la reforma laboral y la futura reforma de las pensiones, postulan “la eficacia” de la arbitrariedad y la tiranía del resultado coyuntural (ese que tanto gusta a los “mercados”) frente a la planificación estratégica de los recursos y políticas públicas. Es así como paulatinamente en las administraciones “socialistas” se ha impuesto un modelo neoliberal de gestión y nos encontramos hoy por sólo poner un ejemplo con ayuntamientos en los que las líneas de autobús son eliminadas por no ser “rentables” (lo eran para sus usuarios...). A partir de ahora nada se salvará, ni los colegios de los y las niñas andaluzas, que son obligados a realquilar sus instalaciones para rentabilizarlas en lugar de emplearlas en mejorar la formación y el tiempo de ocio de los y las escolares, ni la ecuanimidad y criterio en la adopción de un@ niñ@, o la prestación de otros servicios sociales. Es decir, convierte en Administración lo que no lo es, contagiando de sus prácticas (laborales, de gestión, con intereses mas allá de la defensa del interés general) el cada vez menor espacio administrativo.

Obvian que la eficacia sólo se alcanza planificando seriamente, con esfuerzo, a largo plazo y con servicios públicos sólidos que sustenten la actividad. La educación, las infraestructuras, la sanidad no son rentables económicamente en si mismas, son condiciones previas imprescindibles para el funcionamiento de la economía en general. Sin formación, carreteras o con trabajadores y trabajadoras enfermos difícilmente reactivaremos la economía de la Comunidad Autónoma.

Por otro lado estas nuevas entidades endeudadas, desconocidas por los ciudadan@s y con empleados laboralizados serán carne de cañón para la privatización y el despido masivo de emplead@s públicos tan pronto la coyuntura económica lo requiera y tal y como está sucediendo ya en Reino Unido.

Y no se trata aquí de defender un modelo inmovilista de Administración Pública. Somos conscientes de los graves déficits de ésta y de la imperiosa necesidad de revitalizar la confianza de la ciudadanía en ella, restaurando su papel en la sociedad y su actuar en la mejora de las condiciones de vida de los y las andaluzas. Para ello debe arrancar un profundo proceso de diálogo con la ciudadanía y los empleados públicos en el que más allá de los discursos impuestos por los ultraliberales gestores “socialistas” se tengan en cuenta que:

- La Administración se ha convertido en un botín de la guerra electoral de turno, no en un instrumento de servicio al ciudadano. La partidización del aparato administrativo, que fuerza la orientación de objetivos a la retórica electoral desvía ingentes esfuerzos del aparato institucional y no pocos recursos humanos que debieran orientarse a la ejecución de políticas y servicios públicos. Por ello una administración más eficaz será una administración más independiente de los partidos políticos.

- Tan sólo quienes no ven amenazada su continuidad en el puesto por la tiranía del resultado a corto plazo o el electoral pueden desarrollar esquemas de planificación a medio largo plazo, tales como los que son necesarios para la profunda transformación que requiere el sistema educativo, el tejido laboral y productivo, los patrones de ocio, el modelo urbanístico y el medioambiental o la propia alfabetización digital. Es por esto que apostamos por una organización institucional más democrática en la que la promoción interna hasta las más altas cotas no dependa de la designación partidista del gobernante de turno, sino del criterio de los empleados públicos y los y las ciudadanas receptores de los servicios sujetos a evaluación.

- En igualdad de condiciones, una vez eliminada la tiranía del objetivo electoral del horizonte de lo público, la gestión más eficaz la prestará siempre áquel que puede ahorrarse la más importante de las partidas de gasto: el beneficio empresarial; ya que podrá emplear ésta en mejorar las instalaciones, calidad de los servicios o condiciones laborales de los empleados.

- Se garantice el acceso en condiciones de igualdad a la gestión de lo público, a la que tod@s deberíamos tener derecho.

Ante este escenario, si bien asistimos a la rebelión de l@s emplead@s públicos andaluc@s, apuntamos a la imperiosa necesidad de que la ciudadanía alcance a comprender la profundidad de la transformación que se avecina sobre el servicio público tal y como lo concebimos hoy, sobre el modelo de Estado de Bienestar. Frente al Estado Social y de Derecho europeo se impone el Estado Liberal a secas.

TOCA DEFENDER LO PÚBLICO, ES DE TODOS, NO AL DECRETO 5/2010

CONTRA LA MERCANTILIZACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS

TOD@S A LA MANIFESTACIÓN CONTRA EL DECRETO DE REORDENACIÓN
DE LA JUNTA SÁBADO 13 DE NOVIEMBRE DE 2010 - 12:00 HORAS
DE LA ALAMEDA DE HÉRCULES AL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

lunes, 12 de julio de 2010

¿QUE PUEDO HACER SI PRESENCIO UNA REDADA?




Estás tomando algo en una terraza, sentada en una plaza o saliendo del metro y por casualidad eres testigo de cómo un buen número de policías acorralan a un buen número de personas inmigrantes para pedirles los papeles. Algo te chirría, ¿es esto legal?, ¿es ilegal?, ¿qué tengo que hacer?
El pasado lunes los vecinos de Lavapiés que se encontraban hacia las siete de la tarde en las cercanías de la plaza de Tirso de Molina presenciaron una redada masiva y programada basada en criterios raciales, una situación que viene dándose de forma habitual en los últimos meses en el barrio madrileño.
Una veintena de policías acorraló a los inmigrantes, la mayoría africanos, que se encontraban en la plaza y les empezó a pedir los papeles uno por uno. Un buen número de vecinos del barrio se acercó a los agentes para saber qué estaba ocurriendo y ante la desproporción de la actuación policial les empezaron a increpar. Finalmente los policías ante la presión vecinal se marcharon de la plaza sin detener a nadie.
El pasado año varios sindicatos de Policía denunciaron que sus superiores les obligaban a cubrir un cupo de personas en situación irregular a cambio de diferentes incentivos. El ministro del interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, salió del paso prohibiendo expresamente los cupos. “Las redadas masivas están prohibidas y no existe ningún tipo de discriminación racial a la hora de aplicar la Ley de Extranjería”, señaló en aquel momento. Los controles masivos de identidad, pues, sólo pueden hacerse para perseguir delitos peligrosos y no tener papeles de residencia no es peligroso.
Pero la realidad es que, tal y como denuncian un búen número de ONG y movimientos sociales, las redadas continúan dándose en barrios con un alto número de vecinos inmigrantes. Y cuándo presencias una, ¿puedes hacer algo?, ¿conoces tus derechos y deberes ante este tipo de actuaciones policiales?
Desde Ferrocarril Clandestino han elaborado un protocolo de cómo actuar en caso de ver una redada de este tipo. Basándonos en sus recomendaciones y en la de otros colectivos como la Asociación sin papeles fé10, Casablanca, Precarias o Traficantes de sueños te ofrecemos una serie de recomendaciones por si te encuentras ante una situación de este tipo y quieres actuar:
>> Lo primero es informarte sobre la potestad que tienen los agentes de policía. Más abajo encontrarás un listado de los derechos y los deberes que te amparan y a los que te tienes que acoger.
>> Ante todo hay que mantener la calma y la educación. Encararse a un agente de policía de malas maneras no te traerá más que problemas y es posible que acabes teniendo que declarar en el cuartelillo. Ahórratelos y simplemente acércate con buena actitud para preguntar qué está pasando y recordar que las redadas masivas no están permitidas y muchísimo menos los abusos verbales o físicos.
>> Ten un borrador de sms preparado para que en cuanto presencies una actuación policial polémica puedas avisar a todos tus contactos rápidamente para que se acerquen a la zona. Puede ser tan simple como: “Redada en….”
>> Recuerda el número de placa de los agentes con los que trates y la matrícula de su coche patrulla.
>> Consigue testigos u ofrécete como tal, dejando tu número de teléfono por ejemplo.
>> Si eres testigo de una situación de abuso, denuncia. Esta situación se esta repitiendo continuamente y cuantas más personas la denuncien más atenderán las autoridades. Hay varias posibilidades.
>> Si te quejas ante el propio agente que está llevando a cabo la redada y no te hacen caso, el siguiente paso sería poner una denuncia en la comisaría más cercana, aunque nos han comentado que en ocasiones los agentes traten de disuadir a la persona que va a poner la denuncia. Si te encuentras en ese caso, tú eliges, pero si decides seguir adelante recuerda que es tu derecho y que es seguir con el procedimiento que debería ser el habitual. Recuerda que en ocasiones han sido los mismos sindicatos de policía los que denuncian los abusos.
>> Interponer una queja en el propio Ministerio del Interior a través de su oficina de quejas o denunciar los hechos ante el juzgado, serían los siguientes pasos a los que puedes acudir si eres testigo de una situación de abuso policial de este tipo.
>> Otros procedimientos sería usar las redes sociales para contar y denunciar lo que has vivido y/o poner una queja ante el Defensor del Pueblo para que las instituciones conozcan qué está pasando.
>> Puedes montar con tus amigos y vecinos “patrullas antiredadas” con la idea de evitarlas. La idea sería mostrar a tus vecinos inmigrantes que pueden disfrutar del barrio porque es de todas y porque la “patrulla” vela por sus derechos.
>> Contacta con colectivos y ONG que en tu barrio trabajen temas relacionados con los derechos de las personas inmigrantes y busca formas de colaborar con ellas.
>> Organiza talleres sobre derechos humanos con la información que hayas obtenido y compartido entre tus amigos y vecinos.
>> Utiliza estas ideas y compártelas pegándolas en carteles por todo tu barrio para que tus vecinos y vecinas sepan cómo ayudar.
Te recordamos algunos de tus derechos por si te ves en mitad de una situación complicada como una detención:
>> Solamente debes declarar ante un juez o una jueza, aunque la experiencia demuestra que acogerse al derecho a no contestar las preguntas de los agentes no beneficia.
>> Siempre puedes pedir la asistencia de un abogado o una abogada de oficio para defenderte o asesorarte.
>> Acudir a un centro médico en caso de lesión para que te hagan un reconocimiento y un parte de la asistencia. Toma fotografías de las lesiones.
>> Te tienen que mostrar (y tú tienes derecho a leer) una orden judicial si los agentes quieren entrar en tu domicilio. En caso de registro en tu domicilio, si compartes piso, solamente pueden registrar tus habitaciones, no las de tus compañeros.
>> Sólo en caso de sospecha por parte de la policía de que lleves un arma, tienen derecho a palparte la ropa externamente y hacia abajo.
>> Tienes derecho a recibir un trato cortes y respetuoso de los agentes de policía.
>> Tienes derecho a conocer la razón de la detención y a que te lean tus derechos en caso que los agentes no te dejen irte.
>> No pueden detenerte más de 72 horas (salvo en casos de actos terroristas).
Te recordamos que también tienes obligaciones antes los agentes de policía que debes respetar:
>> Tienes que dar tu nombre, apellidos y numero de DNI, pasaporte o tarjeta de residencia si te lo solicitan.
>> No insultes ni entres en la discusión con los agentes, tampoco trates de escapar o resistir la detención. Siempre perjudica.

jueves, 1 de julio de 2010

Huelga en el Metro de Madrid: Así se hacen las cosas


Tras varias jornadas de movilizaciones y después de haber convocado una Huelga el día 28 de junio con servicios mínimos, los trabajadores/as del Metro de Madrid han parado totalmente la circulación del suburbano, provocando un caos circulatorio en la ciudad. La convocatoria de huelga, realizada unitariamente por los sindicatos CC OO, UGT, Solidaridad Obrera, Sindicato Libre y Sindicato de Conductores, ha logrado un seguimiento del 100% demostrando que, cuando la respuesta es unitaria, firme y está bien preparada, los trabajadores/as pueden aspirar a conseguir las metas que se propongan.

La Huelga del Metro de Madrid es un ejemplo que hay que generalizar en todos los centros de trabajo y una respuesta excelente al abuso permanente que las administraciones hacen de los servicios mínimos. Ante el 50 % decretado por el gobierno de Esperanza Aguirre los trabajadores/as han presentado su oferta: el 0%. Ni un solo tren ha circulado en todo el día, aunque se empiezan a escuchar noticias sobre la intervención de la Policía y la Guardia Civil para que la línea del Aeropuerto pueda ser reabierta. Esto sería un atropello totalmente inaceptable en el que, una vez más, la Delegación del Gobierno, dirigida por el PSOE, vulneraría derechos básicos.

Esta Huelga es ya un símbolo que marca el inicio de la resistencia de los de abajo contra las políticas devastadoras de la patronal, del Gobierno de ZP y del Gobierno regional de Esperanza Aguirre, todo ello dentro del marco de las políticas neoliberales de la UE. El camino que abren los trabajadores del Metro debe continuar con la preparación concienzuda y por abajo de la Huelga General del 29 de septiembre. Desde Izquierda Anticapitalista apoyaremos todas las iniciativas que promueva el Comité de Huelga del Metro de Madrid y pedimos a la ciudadanía madrileña que se está viendo afectada por el paro que comprenda los motivos de esta lucha y se solidarice con ella, ya que estos motivos no son otros que los de defender conquistas laborales seriamente amenazadas por la avaricia del capital y sus recaderos políticos. La solidaridad de clase debe recuperarse porque los trabajadores del Metro nos están enseñando cómo se hacen las cosas.

29 de Junio de 2010

lunes, 28 de junio de 2010

TODOS Y TODAS A LA HUELGA GENERAL QUE DEBE SER CONTINUADA EN LAS LUCHAS

Al paquete de medidas que las instituciones europeas y financieras han impuesto al gobierno del Estado español que incluye un programa de austeridad afectando a los salarios de los empleados públicos, la inversión pública (renunciando con ello a las palancas que darían lugar al tan necesario cambio de modelo productivo), y congelando las pensiones, se une el Decreto ley aprobado recientemente y, próximamente, el retraso de la edad de jubilación.

El decreto ley de Reforma Laboral aprobado por el gobierno incluye importantes medidas relativas al sistema de entrada en la relación de empleo (aumento de las competencias de las ETT´s, privatización parcial de la intermediación laboral privatizando el INEM aun mas); modificaciones del sistema de contratación (contratos formativos y en prácticas) y flexibilización de la organización del trabajo (movilidad geográfica, modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo); y de la salida de la relación de empleo y abaratamiento del despido (contrato de fomento con indemnización de 33 días, generalización del despido por causas económicas con 20 días, los primeros ocho días por despido lo pagara el Fogasa ...). Además, lo que está en juego son los derechos colectivos alcanzados en los convenios ya que vamos a un modelo que proporciona a la patronal el descuelgue sistemático de los acuerdos por parte de las empresas, convenios que ya de por sí resultaban difíciles en su aplicación por la debilidad sindical. Lo que en definitiva supone la desaparición de todo marco legal al que los y las trabajadoras puedan aferrarse.

Pero el alcance de las medidas en el plano político va mucho más allá. La Reforma Laboral es la piedra angular de un proceso mucho más profundo que pretende una desarticulación total de la organización de los y las trabajadoras en los centros de trabajo.

Nos encontramos con que cada vez más y más trabajadores y cada vez más delegados y delegadas sindicales están convencidos de que la concertación está plenamente agotada y que ha generado una pérdida considerable de cultura movilizadora y organizativa, pero que también están convencidos y convencidas de que la unidad es la única política sindical posible ante un envite que puede destruir a todas las opciones y experiencias sindicales. Por ello pensamos que todas las opciones sindicales de clase deben participar activamente en su gestión.

Concentración MARTES 29 PL. CONSTITUCIÓN 8 h. DE LA TARDE

Convocan: ANDALUCÍA COMUNISTA, CAM, CJC, Ecologistas en Acción, Izquierda Anticapitalista, Jaleo, PCPE-PCPA, SAT.

sábado, 12 de junio de 2010

Tras la Huelga del sector público del 8-J




Comunicado de Izquierda Anticapitalista

La Huelga del 8J convocada en la Administración Pública por las direcciones sindicales mayoritarias ante el “Plan de Ajuste” lanzado por el gobierno de Zapatero ha tenido un seguimiento débil. A pesar de ello, las manifestaciones realizadas el mismo día de la huelga fueron, en bastantes casos, de relativa importancia, compensando en alguna medida la escasa repercusión de ésta y demostrando también la existencia de un amplio malestar social pendiente aun de concretarse de manera efectiva.

Las causas del poco éxito de esta convocatoria son de diverso tipo. En primer lugar, el gravísimo ataque que supone los recortes salariales, la congelación de las pensiones y el resto de medidas del “zapatazo” exigía una respuesta mucho más contundente por parte de las organizaciones sindicales y del conjunto del movimiento obrero.

La decisión- tomada unilateralmente por CCOO, UGT y el corporativo CSIF -de convocar la Huelga en la Función Pública bloqueó la posibilidad de haber preparado con movilizaciones previas una Huelga General para mediados de junio. La Huelga del 8J llegaba después de un largo periodo de desmovilización durante el cual los sindicatos mayoritarios han evitado sistemáticamente organizar una respuesta combativa a la crisis y a los cierres empresariales. Al mismo tiempo, una Huelga de la Administración Pública, aunque ese sector haya sido uno de los más duramente golpeados en este primer “ajuste”, tenía problemas serios, tanto para movilizar a la gente trabajadora del sector, como para despertar la solidaridad del resto de la clase trabajadora y servir de fuerza de empuje para una siguiente convocatoria de HG amplia.

Por otra parte las direcciones sindicales mayoritarias han actuado, en relación al resto de sindicatos, de manera muy poco unitaria, imponiendo sus criterios y, en general, descartando marcos conjuntos de debate y de acción. En estas circunstancias, las fuerzas sindicales minoritarias que se han unido al llamado de HG lo han hecho por la necesidad objetiva de la misma, pero sujetas a los ritmos de acción y a las pautas marcadas por CCOO, UGT y CSIF. Sin embargo, aun considerando las limitaciones que les han sido impuestas, en algunos casos su actitud no ha sido guiada tampoco por un espíritu unitario, lo cual ha tenido como consecuencia la realización de acciones y apariciones separadas. Todo lo anterior no ha favorecido en absoluto el buen curso de la Huelga.

Además, en el mismo trabajo de convocatoria se ha podido comprobar la debilidad que en estos momentos se extiende entre las bases sindicales. Décadas de sindicalismo de concertación han tenido como consecuencia una pérdida de perspectiva en relación a la posibilidad de plantear alternativas fuera del propio sistema capitalista y la experiencia de las formas de lucha adecuadas a una situación como la actual también se ha perdido en buena medida. Como consecuencia de lo anterior, y de la baja moral existente en las filas sindicales, la labor movilizadora se ha realizado de forma muy irregular, con argumentos a menudo endebles y con una intensidad muy por debajo de la necesaria.

En cuanto a la gente trabajadora de la Administración Pública, entre ella han calado argumentos antihuelga como el de la “inevitabilidad” de las medidas de ajuste, el de la necesidad de “sacrificarse” para el bien común o el de que la huelga en sí no “iba a cambiar nada”. También ha influido en el bajo seguimiento el relativo desprestigio de las fuerzas sindicales, la mitificación del poder de la banca y de los grupos financieros, el temor a “dañar al PSOE” desde el punto de vista electoral frente a un PP en ascenso o incluso- en una situación de escasa conciencia de la magnitud de lo que realmente está en juego -el deseo de no ver descontada una cantidad más de un salario ya recortado.

Tras el cierre en falso de esta Huelga del sector público, sería erróneo sin embargo dar por perdida una batalla que en realidad acaba de comenzar- como podría ser la conclusión de alguna de las fuerzas sindicales mayoritarias -cediendo ante la aplicación cruda de los paquetes de medidas de ajuste, la salvaje reforma del mercado laboral impulsada por gobierno y patronal y el conjunto de políticas económicas neoliberales.

Es necesario empezar un proceso de removilización social y preparar una Huelga General. No se trata, sin embargo, de convocar una huelga de trámite y continuar el día siguiente como antes, ni de convocar una huelga por arriba, a modo de un breve paréntesis temporal en medio de una estrategia sindical de concertación. Si algo ha demostrado la pasada Huelga del sector público es que, tras un periodo dilatado de desmovilización y en un contexto de fuerte desánimo y escepticismo entre la clase trabajadora, es necesario realizar un intenso trabajo previo de debate, organización y preparación que asegure el éxito de las nuevas convocatorias. Así, la huelga debe insertarse en una estrategia sostenida de removilización social por abajo, fomentando la divulgación de una conciencia alternativa y crítica entre las y los trabajadores, la participación en los centros de trabajo y el desarrollo de un sindicalismo alternativo y combativo.

Al realizar esta tarea será preciso tanto forzar la unidad de acción de las organizaciones sindicales como llevar adelante una labor de base, organizando a la gente trabajadora en los centros de trabajo con independencia de adscripciones sindicales y promoviendo al tiempo plataformas amplias de debate y de movilización. El trabajo dirigido hacia la militancia de los sindicatos mayoritarios crítica en relación a la estrategia de concertación pero aun huérfana de otro tipo de referente será también importante.

Hay que dotar al movimiento en ciernes de una perspectiva amplia, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista de la acción, que debería apuntar hacia una escala de movilización europea, donde tenga un papel destacado la reivindicación de una Huelga General europea para el otoño. Sólo de esta forma se podrán crear las condiciones para una primera respuesta eficaz, en forma de HG amplia, a la barbarie impuesta por banqueros y especuladores. Esta es la línea de trabajo que intentará seguir Izquierda Anticapitalista.



¡Por un sindicalismo combativo y alternativo!
¡Necesitamos una Huelga General!

domingo, 30 de mayo de 2010

NO PAGAREMOS LA CRISIS

El “Plan de Ajuste” impulsado por el gobierno Zapatero, que el día 27 de mayo se aprobó en el Congreso de los Diputados, representa una claudicación servil del ejecutivo socialista a las imposiciones del Consejo Europeo, del FMI y, en general, de la Banca y de los grandes grupos financieros mundiales.
Los estados más retrasados de la antigua UE-15 desde el punto de vista económico y fiscal,(los llamados en la prensa anglosajona despectivamente PIGS) Grecia, España, Portugal y Italia conjunto con Irlanda, se han visto inmersos en la crisis económica mundial carente de recursos suficientes para hacer frente a los enormes gastos que ésta les impone. Las costosísimas operaciones de rescate bancario que han tenido lugar, junto con la notoria disminución de ingresos provocada por la misma crisis, han obligado a la emisión masiva de deuda pública que ha sido adquirida por la banca privada. Ésta última se ha lucrado de manera perversa con el endeudamiento de los estados: aprovechando los mismos recursos que le eran proporcionados para su rescate ha comprado dinero a bajo coste- 1% -del Banco Central Europeo y lo ha invertido posteriormente en deuda pública con intereses del 5 al 10%. Finalmente, para poderse asegurar la obtención de sus beneficios, ha impuesto, por medio de las instituciones políticas y bancarias que controla, “planes de ajuste” a los estados víctima, obligándoles a reducir su déficit y gasto público.
Medidas Anticapitalistas para salir de la crisis
Pero los sufrimientos que los “amos del dinero” imponen a la clase trabajadora no tienen nada de “inevitables”. Un simple conjunto de medidas de corte anticapitalista como la creación de una banca pública bajo control social, una reforma fiscal progresiva que recaude de las grandes fortunas y beneficios y una reforma del mercado de trabajo que proporcione salarios dignos, reparta el trabajo e impida los despidos al tiempo que encara la reconversión del sistema productivo para hacerlo ecológicamente sostenible, pueden poner freno a la crisis evitando padecimientos innecesarios.
Es precisa una amplia movilización social, duradera y a escala europea
La Huelga General en la Administración Pública que han convocado el 8 de junio las organizaciones sindicales habrá sido- si se desarrolla de forma exitosa -un paso adelante para salir de la situación de desmovilización y de apatía que hasta ahora ha existido entre la clase trabajadora frente a los golpes de la crisis. Pero, como decíamos antes, no es suficiente una Huelga General de un sector social determinado, sino que se impone una movilización del conjunto de la clase trabajadora. Hay que trabajar ya para convocar una primera gran Huelga General frente a la crisis, como inicio de una movilización sostenida hasta poner fin al imperio de las políticas neoliberales en Europa y en el planeta.
Las organizaciones sindicales deberían ser conscientes de esta necesidad, levantar sus propias plataformas de medidas anticapitalistas abandonando la vía ya muerta de la concertación social y mantener una actitud unitaria hacia el resto de organizaciones como herramienta para conseguir una movilización de gran amplitud. En esta dirección trabajará, haciendo uso de todas sus fuerzas, Izquierda Anticapitalista.